La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, conocida por sus siglas en inglés IASP es una organización internacional cuyo objetivo principal es elevar el nivel de formación en el campo del dolor. En este mes ha actualizado la definición de dolor, tras más de 40 años sin haber cambiado. La revisión ha sido publicada en la revista Pain e incluye aportaciones de todos los implicados en el término, incluidos los pacientes con dolor y sus cuidadores.
La nueva versión revisada de 2020 es:
Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial.
El Grupo de Trabajo de IASP que ha revisado la definición ha añadido seis anotaciones para transmitir mejor los matices y la complejidad del dolor, con la esperanza de que esta modificación conduzca a una mejor evaluación y manejo de las personas con dolor
Las seis anotaciones complementarias son:
- El dolor es siempre una experiencia personal que está influenciada en diversos grados por factores biológicos, psicológicos y sociales.
- El dolor y la nocicepción son fenómenos diferentes.
- El dolor no puede inferirse únicamente de la actividad en las neuronas sensoriales.
- A través de sus experiencias de vida, las personas aprenden el concepto de dolor. La manifestación de una persona que afirma sentir dolor debe ser respetada. Aunque el dolor generalmente cumple una función adaptativa, puede tener efectos adversos sobre la función y el bienestar social y psicológico.
- Etimología: inglés medio, de anglo-francés peine (dolor, sufrimiento), de latín poena (pena, castigo), a su vez del griego poine (pago, penalidad, recompensa).
- Un cambio fundamental en la nueva definición, en comparación con la versión de 1979, está reemplazando la terminología que se basaba en la capacidad de una persona para describir la experiencia para calificar como dolor. La antigua definición decía: «Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial, o descrita en términos de dicho daño». Esta redacción se interpretó como la exclusión de bebés, personas mayores y otros, incluso animales, que no podían articular verbalmente su dolor, dijo el Dr. Jeffrey Mogil, Director del Centro Alan Edwards para la Investigación sobre el Dolor, de la Universidad McGill
Para mí cómo psicóloga que trabaja con personas que sufren dolor crónico, me parece de especial importancia una de las aclaraciones que hace el grupo de trabajo: “ La manifestación de una persona que afirma sentir dolor debe ser respetada” . Las personas con dolor crónico suelen encontrarse con problemas para que se reconozca que sufre dolor y la intensidad de este. Cómo consecuencia la persona va de un especialista a otro buscando teorías explicativas para su dolor y el dolor se cronifica mucho más. Cómo en cualquier enfermedad es necesario la intervención precoz ya que puede determinar la calidad de vida del paciente.
Además hay que tener en cuenta otra afirmación importante en esta definición:” El dolor es siempre una experiencia personal que está influenciada en diversos grados por factores biológicos, psicológicos y sociales”. El tratamiento exclusivamente farmacológico no mejora la calidad de vida de los pacientes, es siempre necesario contar con un equipo multidisciplinar que englobe todos los campos afectados por el dolor y que pueden estar influenciado en su intensidad y duración.
Si tienes dolor crónico no te rindas, busca orientación y segundas opiniones. El dolor tiene tratamiento y tu vida puede mejorar