Cuando una relación termina vivimos un proceso de duelo, y es que se trata del fin de una historia.
En la ruptura frecuentemente pasamos de la etapa de negar el cierre, a la de enojarnos y buscar culpables, para finalmente: aceptarlo. Pero, ¿cómo podemos pasar más fácilmente de la negación a la aceptación?
Busca tu red de apoyo:
Personas que acompañen y escuchen nuestros momentos difíciles y nos ayuden a compensar la sensación de pérdida o de soledad. Es complicado porque implica, entre otras cosas, asumir nuestra vulnerabilidad. No obstante, el regreso a la familia y los amigos puede ser un paso importante para pasar por el proceso de duelo más fácilmente.
Crea nuevos hábitos:
En una relación creamos nuevos pasatiempos, gustos e incluso intereses. Desprenderse de todo eso es difícil porque implica realizar cambios que no pueden ocurrir de un día para otro. Es importante no dejar de mantenernos activos y buscar cosas nuevas que hacer, aún cuando el ciclo de pareja ya haya terminado.
Respeta las decisiones:
Mientras estamos en el proceso de negación y en transición hacia la aceptación es común que intentemos hacer lo que sea necesario para “recuperar” la relación, caemos fácilmente en la lógica de “luchar por amor”. No debemos confundir “recuperar” o “enamorar” con “acosar”. Aunque el proceso de duelo puede ser muy difícil de aceptar, es importante respetar los cierres y las decisiones que se han tomado.
Practica la tolerancia a la frustración:
Mientras estamos en el proceso de aceptar el fin del ciclo buscamos la responsabilidad en la otra persona, tanto de haber terminado como de hacernos sufrir o de aliviar ese sufrimiento. Para poder llegar a la aceptación hay que tomar responsabilidad sobre nuestro propio malestar e intentar buscar alternativas y herramientas más allá de la persona con la que hemos compartido una relación.
Expresa lo que sientes: Es difícil decir y entender lo que sentimos, pero no por eso dejamos de sentirlo, una medida posible para desprendernos es escribirlo. Esto puede ser en formato de una carta de despedida, que puede ser o no entregada a la otra persona.
Toma tu tiempo: Cuando hemos vivido una experiencia tan significativa, es normal que nos tome un tiempo también significativo el aprender a ver esa experiencia de una manera distinta.
Es relevante destacar que la ruptura amorosa se trata de una fase. Por este motivo, debemos poner cuidado en que no se extienda en el tiempo más allá de lo adecuado para ponernos en marcha en la recuperación de nuestro bienestar y en la adaptación a nuestra nueva situación personal.
Nº colegiado T-3657