No intervenir tus problemas psicológicos de manera temprana puede acarrear consecuencias más graves a largo plazo (trastornos o agravamiento de los mismos, conductas dañinas o peligrosas, enfermedades físicas derivadas y/o cronificación, graves problemas en tus relaciones sociales (familiar, pareja, amigos…) o profesional, etc.). La intervención temprana es uno de los mejores predictores, reduciendo la duración de la terapia y mejorando el pronóstico final.