Saltar al contenido

MICROMANIPULACIONES

    Las formas en las que determinadas personas pueden socavar nuestra felicidad sin darnos cuenta son inmensas. Estas estrategias se valen de una dimensión básica y esencial: la empatía. 

     

    Las personas con un trastorno de la personalidad narcisista presentan una empatía instrumental: buscan conectar con los demás para obtener algo a cambio. Por ello, su primer canal de entrada es siempre facilitar esa conexión con la víctima para hacerle creer que es entendida y que están en completa sintonía, para después sacar beneficio.

     

    Para ejercer el control sobre la otra persona, tiene que ganarse primero su confianza. Para ello, su principal estrategia es cautivarle, hacerle sentir la persona más especial del mundo. Esta es una de las micromanipulaciones primarias. Es de hecho la más decisiva.

     

    Si alguien cercano a ti:

     

    • Te hace creer que le haces daño y no te das cuenta de ello…
    • Que te olvidas de cosas…
    • Que lo dejas en evidencia ante los demás…
    • Que descuidas sus necesidades… 

     

    Está utilizando la micromanipulación contigo. 

     

    Su estrategia es sencilla: primero te echa en cara tus fallos para después, perdonarte por ellos.

    Una de las formas más comunes de manifestar las manipulaciones es a través del victimismo que, de algún modo, siempre obliga a la víctima a tener que ceder:

     

     “Yo haría esto por ti… Si no quieres hacer esto por mí está claro que no me quieres o te gusta verme sufrir”.

    “Con el daño que me has hecho y aún tienes ganas de salir con tus amigos”.

    “Llevo varias semanas pasándolo mal y tú ni siquiera te das cuenta”.

     

    LAS MICROMANIPULACIONES SE VUELVEN CONSTANTES EN EL DÍA A DÍA Y EL VICTIMISMO ES EL HILO QUE SIEMPRE TRAE DE VUELTA A CASA. 

     

    Actualmente, las nuevas tecnologías ofrecen un medio más de comunicación entre las personas, WhatsApp, Instagram, etc. son herramientas de las que también se valen para desestabilizar emocionalmente a la víctima, hacerle dudar o preocuparla; con el fin de tener el control emocional sobre ella. 

     

    Utilizan estrategias como:

     

    • Envían un mensaje para después disculparse y decir que no era para ti, que se han equivocado.
    • Pueden enviar varios mensajes y después, borrarlos. Con lo que al ver “este mensaje fue eliminado”, es inevitable que se active en nosotros la inquietud y el desconcierto ante esta práctica.
    • Por otro lado, cuando se enfadan por cualquier causa trivial suelen recurrir al bloqueo en las redes sociales.

    Muchas veces los micromanipuladores aparecen ante nosotros como figuras humildes y muy sencillas. Nos cautivan por esa narrativa aparentemente encantadora con la que es muy fácil empatizar. Sin embargo, poco a poco descubrimos que bajo esa capa de falsa humildad hay resentimiento. No soportan que existan personas más hábiles, resueltas y competentes que ellas. De este modo, una de las micromanipulaciones más comunes es la que tiene como objetivo que no destaques. Para ello, los manipuladores evidencian comportamientos infantiles, lanzando indirectas que hacen de lastre para tu motivación.

     

    Algunas víctimas están tan arraigadas en su abusador que aceptan las manipulaciones como un hecho y permanecen en la situación. Otras comienzan a escuchar la vocecita que cuestiona estos cuentos y amenazas. Hay una cierta fuerza y respeto por uno mismo que surge cuando un individuo se niega a aceptar las mentiras que le están diciendo y comienza a buscar la verdad. 

     

    Liberarse de las cuerdas manipuladoras utilizadas por los narcisistas no es fácil, pero la libertad siempre vale el esfuerzo y el dolor.

     

     

    Pablo Dorta (Colaborador Externo)

    Psicólogo General Sanitario Nº colegiado T-3657

    Especializado en gestión emocional, crecimiento personal, tratamiento de la ansiedad y estrés, depresión, estado de ánimo.

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *