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Caminar en la naturaleza paso a paso, el bienestar, ¿te animas?

    Uno de los propósitos del comienzo del año más común de las personas es hacer ejercicio. Y reconocido por tod@s, los beneficios son incuestionables. Para mí, caminar en la naturaleza es apasionante, no solo por el simple hecho de andar, sino por el de recorrer lugares, quizás no vistos anteriormente, tomar consciencia de la protección que merecen nuestras cumbres y medio natural, oxigenarme mientras contemplo lo bello que está a mi paso, y poder fotografiarlo.

    El beneficio de caminar en la naturaleza

    Numerosos estudios han comprobado como el caminar regularmente puede ayudar en la formación de nuevas neuronas, frenando el deterioro del tejido celular y aumentando el volumen del hipocampo, lo que parece favorecer a nuestra memoria. 

    Nuestro cerebro es el primero en recibir lo positivo del andar, así que este año pasado, iniciamos en fin de semana la actividad de recorrer senderos.

    Lo que comenzó como algo simple y de a solas, evolucionó hacia hacerlo en grupo mayor de personas, ilusionadas con la actividad en sí y deseosas de hacerlo en compañía. Por tanto, socializar e ir caminando junto a otras, ha sido una experiencia enriquecedora.

    Caminar a nuestro ritmo, que no correr o hacerlo en bici, crea un estado mental, diríamos casi perfecto. ¿Y cómo?… pues fácil, el beneficio se genera porque nuestro andar nos presenta una actividad sin esfuerzo consciente de ese acto, es decir, no tenemos que estar excesivamente con atención en ello y nuestra mente puede fluir libremente contemplando la naturaleza de forma serena. Este estado es el que diferentes estudios han relacionado con ideas geniales o innovadoras.

    Estudios relacionan caminar con el aumento de la creatividad

    Estudios de la Universidad de Stanford aseguran que la creatividad puede ser fomentada por el hecho de caminar. Diferentes pruebas de pensamiento creativo pasadas a muestras de personas sentadas, caminando en una cinta o haciéndolo por el campus de la universidad, arrojaron que el 95 % de personas que salieron a caminar frente al 50% de las que estaban sentadas, podían resolver fácilmente las pruebas.

    Para más, otros estudios han indicado que si nuestro caminar es en espacios verdes en la naturaleza, podemos rejuvenecer recursos mentales que podrían estar agotados por el frenesí del día a día y el estrés.

    Nuestra atención es un recurso limitado que se va cansando continuamente. En cambio, pasear por un entorno verde, donde árboles nos permitan sombra y el paisaje sonoro sea agradable, permitirá a nuestra mente ir experimentando sensaciones de bienestar al pasar por los diferentes estímulos de la naturaleza, sin que ello nos resulte cargante.

    Por tanto, y según el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, en Berlín y su estudio reciente, el bienestar paso a paso, reduce nuestra presión arterial, memorizaremos más eficazmente, nuestra concentración será mayor, seremos más creativos y se minimizarán síntomas de ansiedad y agotamiento psicológico.

    ¿A qué esperas para iniciarte en el caminar consciente hacia el bienestar?

     

    María Goretti González
    Psicóloga General Sanitaria  T- 03125

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